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Estás más allá de un signo visible de tu
Desperta
Fallando terriblemente buscando alguna forma que te guste...
De todas formas nunca sirve hacer incapié en algo que NO tiene pies..
No creo qe todo tenga que ser tan caótico i fatal.. Creo más bien que uno suele acrecentar las cosas para creer que en verdad nosotros fuimos las victimas y los otros los victimarios... Pero no es tan así.. También nosotros imprimimos dolor en lo que decimos i en lo que hacemos i muchas veces no nos damos cuenta o lo que es peor.. no queremos darnos cuenta...
De las representaciones mentales de la “realidad”…
ResponderEliminarUna de las cosas (valga la significación kantiana) más interesante de VIVIR –sujetos, para el caso, a la orbe psicoanalítica/filosófica- es como CADA individuo interpreta y reasume emocional y mentalmente, aquella concatenación de hechos, abstracciones y sentires que adoptamos como (y por) realidad. Sea quizás ésta, una de las pocas variables no cuantificables, frente a la cual, todo hombre debe preasumir que: “todo es, en realidad, aquello que queramos que sea”. Partiendo de la base secuencial de: observación/exploración (descubrimiento físico), asignación (carga emocional) y conocimiento/interpretación (saber mental) comprendemos que sólo se conoce/sabe, aquello que primero se ha experimentado o explorado y luego, ha sido funcionalmente acomodado dentro de los parámetros de la emotividad personal. Tomemos un ejemplo: en un contexto árido (impropio al hombre), una persona sedienta, a punto de satisfacer su “requerimiento”, primero experimenta “satisfacción” (por la pronta culminación del deseo), luego preservación (durante la hidratación del cuerpo) y gratificación –posteriormente- como corolario de las anteriores: la mezcla de las ganas y de lo conseguido/hecho. Claro que, esta supuesta linealidad, pende de exploraciones anteriores (contacto primario con el agua) y satisfacciones espejadas, o, gozo recordado, propio a cada uno de los “sosiegos hídricos” ya enfrentados (situaciones similares acaecidas con anterioridad). Pero… Si esa misma persona comparara valorativamente y desde lo funcional su necesidad, con otra, en condiciones no adversas… El resultado sería distinto en (y para) cada uno de los planos: físico, emocional y mental, dado que las demandas, cargas y juicios, estarían mediados por disímiles urgencias: “uno a punto de morir de sed, otro con un deseo móvil”.
Vamos al posteo…
Cada uno forja su propia realidad, y… Como reza la práctica, cada realidad puede ser tan grácil o vil, como NOS queramos (consciente o inconscientemente) que sea. ¿Existe el eterno desconsuelo? ¡No! Por otro lado (dentro de la Ley de Correspondencias, Karma o Causa y Efecto) todos somos todos… O lo que es igual, en este histriónico juego que llamamos vida, algunas veces representaremos el rol de “víctimas”, otras, el de “victimarios”, si es que en realidad, cabe la adjetivación para determinar nuestras acciones de aprendizaje: entender la vida fuera del camino de la experiencia y del conocimiento (aciertos, yerros mediantes), es matar a la propia existencia.
1. Somos artífices de nuestra propia realidad, ya que “realidad” no es más (tampoco menos) que aquello que físico/emocional y mentalmente experimentamos.
2. Víctimas o victimarios, desempeñamos el papel de “hombres en acción” o “buscadores del conocimiento” (en cualquiera de los campos/planos); sea esto un hecho consciente o inconsciente (movilidad fijada por la mora/costumbre).
3. Cuando existe la determinación de convertirse en “víctima” o “victimario” automáticamente se rompe con la norma, ya que en el primer caso, se busca el padecer como “justificación a”, en el segundo, el ejercicio de un “control interpersonal innoble o avasallamiento pluralista”. Por esto, ese ser está estipulado por la pre convicción o adopción del papel (víctima/victimario), y no por aquello que la “realidad” nos tuerce a afrontar.
Sólo una reflexión, conjetural, de este posteo sobre “bellas durmientes” (víctimas que preasumen la necesidad de la inacción o el sueño), “hombres bestias” (victimarios que doblegan voluntades a diestra y siniestra) y hombres… ¡Sólo hombres! Sin importar la situación que pudiera ceñirlos en un momento “equis”.
Besos y continúe con tan fastuosos posteos.
Albricias,
Alberto