No hay más que una vida, no hay reglas, ni juicios más que los que vos aceptes o crees para vos mismo, y cuando se acaba, se acaba, duermes por toda la eternidad. Se feliz mientras estés aquí...
jueves, 14 de junio de 2012
Me.
Supongo que siempre estuvo a punto de llegar este momento.
Este instante en que me detengo a observarme como si fuera un punto situado sobre una larga linea i me pregunto..: ¿donde estoy?
No estoi en el lugar qe quise pero, sin embargo, soi responsable de haber caminado en esta direccion.
Y ahora estoy detenida en una gran encrucijada en la qe me cuestiono mis propositos para la segunda mitad de mi vida con la intencion de diseñar un plan.
No es un check- list, ni un formulario qe pueda completarse frente a un señor de anteojos ubicado detrás de un escritorio en un despacho publico.
Es una guia, una agenda mental llena de prioridades qe no sean falibles de excusas.
Tendre que exiliar algunos asuntos pendientes a la tierra de los improbables i concentrarme solo en lo posible.
Proponerme.
Orientarme.
I dejarme de joder.
No confio en la felicidad tradicional, en esa escenografía de dias siempre soleados con una familia tipo que sonrie por las noches frente al televisor.
Me pregunto si en algun momento no andaran sonambulos intentando llegar al horizonte como en The Truman Show, para descubrir que todo no fue nunca mas que un enorme decorado.
Me quedé en la desconfianza del modelo clasico viendo como se estrellaban en mi ventana las posibilidades de diseñar mi propio futuro ideal.
Siento que es tarde para muchas cosas. Que no tengo tiempo de amasar i hornear sin que algun proposito termine quemandose.
En algun momento convertí mis posibilidades en un bollito de papel, sin darme cuenta. Abuse de la moneda tirada al azar, crei qe podia manejar la situacion.
Confie en el desquite i en las segundas oportunidades. I crei qe, de tanto macerarlo, ese corazon que me era arisco, se ablandaría i qe juntos dibujaríamos una sonrisa sobre el domingo empañado.
Tal vez sea hora de aceptar que algunos nacemos para convivir con una felicidad que nos mira de reojo impertinente i para desplazarnos bajo una escenografía con puertas que se abren hacia el lado contrario.Con jardines sin hamacas, exceso de silencios i una silueta de mujer sentada frente al televisor.
De esta que soy. No de la que quise ser.
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