
Ocultemos el alma i liberemos, que a nadie le importa si alguien se fatiga de sollozar.
Ella hoy suspira, mas no respira, i sobrevive por no vivir más, pero puede que un día, derrote al afecto i asesine aquella tristeza de su desilusión.
No hay cuentos de hadas, no hay princesas de mármol, no hay amor sin dolor i no todas las batallas son ganadas.
Cuentan que dicha princesa desconectó su sonrisa, i que aun hoy... aguarda el momento de despertar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.