Me senté en el banco de esa plaza, de mi plaza preferida. Quietita.
Llorando por dentro. Practiqué respuestas. Tres horas estuve. Me vi
tomando los hábitos en un convento de mi ciudad, escapando a la costa por varias semanas o convirtiendome en lesbiana. Puras mierdas. Nada de eso es
verdad.
Mientras escribo en referencia al "amor" i a las relaciones interpersonales pienso, que soi una
imbécil, que me estoy suicidando públicamente. ¿Cómo puede ser que una
mina sensata, que dice “verga” veinticuatro veces por día, se haya
vuelto tan tarada? ¿Qué me pasó? Odio las cursilerías. Pero también odio
las mentiras. Así que no podía mentirme mas. Por eso, hoy cuelgo los
botines.
Siempre i ante todo, honesta sentimentalmente. Después de la
fiesta, lo supe clarísimo. En medio de cuatrocientas personas, con
amigos aplaudiendo, con
gente que me dio abrazos cálidos sin conocerme, lo supe. Como un
milagro. Supe que yo, la mejor amiga de mi misma, la peor hermana para Aldana, la desconfiada de siempre i probablemente la chica más frágil pero
perseverante de todo Bs As, no quería estar ahí. Quería salir
corriendo. Quería volver a ser coherente.
Cuando empecé, quería olvidarme. Con todas mis fuerzas quería. Creía
que teniendo la cabeza en otro lado iba a ser más fácil. Terminé
engañándome. Sólo conseguí “actualizar” el tema constantemente. Así que
ahora me doy por vencida. Resignada, sí. Hipócrita, no. Ahora me relajo
porque entendí. Supe que por más que tenga tres mil teléfonos de hombres
(sensibles, inquietos, inteligentes, aburridos, misteriosos, graciosos,
opas, hermosos, salames, sexópatas i asesinos seriales -a todos,
eternas gracias, caballeros-) dispuestos a quererme, yo no estoy
dispuesta a quererlos. Supe que puedo escribir de otra manera i qe a la
gente tamb puede gustarle. Supe que puedo sentirme menos sola en mi
casa i más completamente linda. Como si tuviera el culo y el ego más
chicos; i las tetas i la consciencia más grandes. Que estoy tranquila.
Porque ahora sé que el amor, correspondido o no correspondido, te
libera.
Mis escritos los leyo muchisimas personas. Me quisieron hacer notas en la radio. Me
invitaron a salir hombres con plata. Me ofrecieron hacer una película.
Me tentaron con la tapa de Playboy. Me conseguí un canje de ropa en uno de los locales mas lindos de Bs As. Me pagaron varios cafés. Del día a la noche, me convertí en el
ciber-objeto sexual con menos sexo de toda la Argentina. ¿I? i todo eso
sirvió para no querer eso.. Sirvió para volverme al centro. O para
volverme al principio.. Sirvió para confirmar lo que es verdaderamente
importante en mi vida.. Porque podré no saber de dónde vengo, ni para qué
me pasó todo esto, ni siquiera cómo terminará el cuento.. Pero sé que
cuando quiero a alguien, amigos, quiero. Por eso, prefiero matar al
monstruo y decir: “Hasta acá llegué, me voi a casa a bancarme mudita lo
que me pasa”. Llamenme reprimida, miedosa, como quieran.. pero gracias..
Gracias a todos, de corazón. La gente que me tiro buena onda, que pudo ver mas alla de una imagen..hoi se que hay buena gente que todavía cree que si sembrás donde tenés que
sembrar, tarde o temprano, los naranjos altísimos crecen altísimos. Todo esto que
se generó acá fue mucho más gratificante que mi -egoísta- búsqueda
personal. Sin dudas, el cariño colectivo, amigos, también puede ser tan
inolvidable como un buen polvo. O casi. Las casualidades no existen. El
amor, ese que tengamos o que busquemos, sólo será espejo de lo que
decidamos hacer con nuestras propias almas i con nuestras propias vidas.
Así que me voy cantando bajito a seguir teniendo paciencia, a seguir
teniendo confianza. A ver si consigo, en el camino, tener menos miedo
que antes. Vale la pena. i siempre le voi a estar agradecida a la gente qe no me prejuzgo i qe pudo ver en mi algo mas alla de lo qe todo el mundo ve..Y no, no quiero un novio...
Sólo necesito un abrazo..
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.